funeral con su moto

Como todo ser humano tenemos ese último deseo que más nos gusta y la definimos a la hora de partir de este mundo tan maravilloso. La gran mayoría pide que le cocinen el plato que más les gusta, su trago más apasionado, o ser enterrado junto a su objeto más preciado, etc. Pero a veces hay personas muy fanáticas a alguna afición en particular que lo llevarían hasta el día de su último suspiro, eso ocurrió con un anciano estadounidense  apasionado a las motocicletas.

Portando su casco, lentes y chaqueta de cuero, Bill Standley se lució erguido y muy elegante sobre una Harley Davidson de 1967. Su último deseo se cumplía aquel día: ser velado junto a su adorada motocicleta.

La singular ceremonia se produjo en Mechanicsburg, Ohio. Los Standley convocaron a familiares, amigos cercanos y vecinos a visitar el garage de Bill. Los restos del anciano reposaban sobre una de las mejores motos del mundo y se exhibían a través de una urna de cristal.

Por años estuvo anunciando a sus allegados de esto, de cómo le gustaría que la gente vea la inusual urna que sus dos hijos le habían construido, contó a los medios un familiar del difunto.
El anciano solía decirle a sus conocidos que quería que el mundo lo vea en una caja de cristal a punto de despegar con su motociclista al más allá.
Su deseo se hizo realidad para una más feliz partida, llevándose todo lo recorrido con sus diversas motocicletas durante toda su vida y dejando numerosos recuerdos con muchas huellas imborrables de su trayecto montado en su amiga de dos ruedas