
Se sabe mucho que los monos interactuan de manera especial con los humanos, debido a los gestos y movimientos similares que tienen los dos, solo que el humano posee la dicha de tener el uso de la razón.
Un pequeño simio se había perdido por las angostas calles, pues llegó a parar a una humilde familia quien entre ellos había un niño muy menor, los padres al ver que el animal se habia quedado al lado del niño, se asombraron porque ambos jugaban muy alegres.
Es increíble cómo este curioso animalito pueda crear lazos de amistad con un desconocido, quizá se siente muy alegre y protegido por la forma en que lo han recibido, además ese posiblemente sea su futuro hogar, salvo que su anterior dueño lo encuentre y de explicaciones acerca de su pérdida, si fue por descuido o por algún maltrato.
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