
Después de gastar cerca de $ 1500 en el tratamiento de sus heridas en el veterinario, la amable tortuga corría el riesgo de ser sacrificada y eso le afectaba a Jude de que podría perder un integrante de su familia. Entonces su hijo, un ingeniero mecánico, improvisó este dulce juego de ruedas.

Ahora, ella tiene la libertad de poder trasladarse en el jardín de nuevo y siempre podrá ser encontrada porque deja huellas detrás de donde quiera que va. Además con las ruedas Mrs. T va aproximadamente el doble de la velocidad que antes. Basta con mirar a su goma en llamas.
[Vía: distractify]