reciclando mentes contaminantes

Es muy evidente que nuestro planeta esta enferma, pues solo habrá que notar el calentamiento global, el agujero cada vez más grande de la capa de ozono, etc. Y nos preguntamos ¿por qué está ocurriendo esto?, al formularnos esta pregunta, nos sentimos muy confundidos, pero también la conciencia nos dice que somos nosotros los culpables debido a nuestra ignorancia para tal debacle.

La naturaleza nos da todo, absolutamente todo, alimentos y demás recursos muy ricos para poder utilizar por el bien del desarrollo del ser humano, no obstante, el pago que éstos realizan, es realmente declinable, no llega al nivel de beneficios que brinda la Pacha Mama, como muestra de agradecimiento en su perfecto cuidado.

Estas malas e ingratas acciones nos indican por qué la tierra se encuentra en un estado lamentable. Aquí mencionamos algunas de aquellas malas labores cotidianas realizadas por las manos del hombre, que causan gran daño al medio ambiente:

EN LA PLAYA
Además de pasarla muy bien en disfrutar las olas, de construir castillos de arena, jugar fútbol o simplemente broncear la pálida piel; fuera de eso, los veraneantes dejan los desperdicios en la orilla, no tienen esa capacidad de poder llenarlos en un bolso, para después depositarlos en un contenedor indicado para los desechos.

Tal es la ignorancia, que se ha vuelto muy común, comer un helado y arrojar el envoltorio al suelo, después llegan las olas y lo arrastran al fondo del mar, imaginen quienes serán los perjudicados, efectivamente los peces y otros animales marinos que se contaminan y mueren a causa de los putrefactos objetos, no son solo simples envoltorios que son abandonados en el borde del mar, sino también: pañales, comida podrida, etc.

EN LA CALLE
Es agradable pasear en familia o amigos, dialogar, compartir anécdotas. En el trayecto adquieren unos snacks u otros aperitivos que acompañan la conversación, sin embargo, aquel papel o plástico que contenía los bocaditos fueron a parar al piso, donde es llevado sin rumbo por el viento, posiblemente se queda atascado en las barandillas de algún buzón de ventilación del desagüe de la ciudad, provocando múltiples roturas de las tuberías que en consecuencia, son liberados los malos gases malolientes acumulados que amenazan a la salud de los que viven en los alrededores.

EN EL BUS
Mientras se dirigen hacia el trabajo o al centro de estudios, escuchando agradables o despreciables letras de algunas canciones, mirando a través de las ventanas, apoyado en los pasamanos o sentados. De pronto se observa a una persona que esta leyendo algún diario, mientras va pasando las hojas, se encuentra con algún suplemento o alguna hoja suelta que no le causa importancia alguna, seguidamente lo arruga formando una esfera, se pone de pie, abre la ventana y lo lanza hacia el pavimento mientras el bus está en marcha; no solo son papeles los que tiran, también: botellas, vasos, platos descartables, además, cascaras de las frutas (esto también ocurre en los taxis, en el metro y el tren).

EN LA CASA
Muchas reglas de limpieza no van en paralelo con el cuidado de la naturaleza, arrojan la basura por el retrete, hacen el uso excesivo de los ambientadores, desodorantes e insecticidas en aerosol, vierten el aceite de cocina inservible por el lavador de servicios, tienen pilas o baterías tiradas por el patio o jardín.

- Otros agentes contaminantes son la minería y las fabricas industriales que dejan fluir gran cantidad de humo y desechos tóxicos en los ríos y mares.

RECICLEMOS ESAS MENTES QUE CONTAMINAN

A esa joven mujer que deja tirado algunos desperdicios en la playa, hazle saber que esa acción perjudica a la vida marina y al ambiente.

A ese joven que degusta algún snack para después soltar el envoltorio en el piso, ve tú y recógelo, lo alcanzas y le dices que se le ha caído, verás cómo reacciona.

A ese pasajero del bus o alguna otra unidad que lanza desperdicios por la ventana, reclámale con mucha amabilidad: "señor con el papel que acaba de arrojar, porque no hizo algún origami en forma de avión para que aterrice en algún bote de basura o en algún bolsillo de su pantalón o de su bolso", quizá su reacción sea un poco grotesca, pero tu acción hizo que todos los que viajaban en esa unidad, te escucharon y tomaran conciencia de ello.

A la ama de casa o empleada, mientras dispersa el aromatizador en aerosol, muéstrale algunas alternativas como poner maceteros con flores naturales que emitan agradables olores.

A los dueños de empresas mineras, industriales, etc., hacerles saber por medio de las redes sociales u otras plataformas donde haya más actividad social: que desarrollen a conciencia y empatía, un buen plan de desarrollo sostenible.
Con estas acciones muy creativas, rescataremos aquellas mentes que ignoran lo importante que es el cuidado óptimo de nuestro planeta. El cambio está en uno mismo, fruto de ello, beneficiara a la presente y siguientes generaciones.
Si tienes algunas otras ideas, apórtalos en los comentarios, será de mucha ayuda en la preservación de la naturaleza.